El Manifiesto para una vida ágil se compone de cuatro valores y doce principios.
Los 4 valores, enunciados en el Manifiesto para una vida ágil, son:
- Aprendizaje y curiosidad por encima de títulos y certificaciones.
- Adaptabilidad por encima de rigidez.
- Cooperación creativa y conexión real por encima de intercambios superficiales.
- Disciplina y trabajo profundo por encima de fórmulas mágicas.
En esta publicación presento los doce principios. Estos son una traducción más práctica y bajada a tierra de los valores, de lo que hay detrás de esta filosofía.
12 principios para una vida ágil:
- Perseguir la excelencia, no así el perfeccionismo.
- Asumir la responsabilidad de nuestras acciones y decisiones.
- Aceptar los cambios y planificar en base a los nuevos escenarios.
- Promover la simplicidad. “El arte de maximizar la cantidad de trabajo no realizado”.
- Practicar la mejora continua para lograr una vida de aprendizaje, profunda y equilibrada.
- Afilar la sierra: cuidar cuerpo y mente para sostener nuestro trabajo y evolución.
- Nuestro nivel de satisfacción y sentido son una gran medida de progreso, no así las métricas externas.
- Compartir conocimiento y ayudar a los demás para generar aprendizaje mutuo y conexiones reales.
- Cultivar el autoconocimiento para entendernos mejor y actuar con mayor claridad.
- Obrar con integridad y humildad, alineando lo que pensamos, decimos y hacemos.
- Dar siempre lo mejor sin buscar atajos ni fórmulas mágicas.
- Reflexionar con regularidad sobre nuestra vida para poder realizar ajustes.
Cierre
Así concluye este Manifiesto. Simple y directo, corto y al pie.
Un Manifiesto no necesita ser largo para ser profundo. Su fuerza está en recordarnos lo esencial.
Porque su objetivo no es complejizar sino ofrecer una base clara que nos permita adaptarnos y avanzar en un mundo en constante transformación.
En palabras de Heráclito, lo único constante es el cambio.